Continúo con las encuestas no científicas para satisfacer alguna curiosidad. Esta vez le tocó el turno a la novela que, según los resultados, no ha muerto.
¿Es cierto que la novela ha muerto?
Posted by Maite Ramos Ortiz, Elucubrando on Wednesday, September 26, 2018
Cuando se usa la frase “la novela ha muerto”, en realidad se refiere a la novela extensa, esa decimonónica cuya lectura podía tomar una eternidad, que era extremadamente minuciosa y morosa porque podía darse el lujo de ser así debido a que sus lectores contaban con el tiempo de ocio necesario para tamaña empresa.
Estamos hablando de mujeres de las clases media-alta y alta y hombres que no necesitan trabajar. En otras palabras, burguesas y nobles. La demografía de lectores cambió en el siglo XX, dado que las burguesas entraron a la fuerza laboral y muchos nobles también. Además, surgieron el cine y la televisión para hacerle competencia al texto escrito. A la larga, la novela extensa se sustituyó por la corta que, para los más puristas, carece del valor de la otra.
Por supuesto que todo esto se ha simplificado más de lo que he hecho yo aquí y hay quienes incluso vaticinan un futuro sin narraciones porque supuestamente nadie lee. Sin embargo, el 91 % de los que contestaron la encuesta no están de acuerdo. Para ellos, la novela no ha muerto.
Esto me lleva a una segunda encuesta. Pregunté qué formato se prefiere para leer un libro y el 88 % escogió el papel.
¿Cuál es el mejor formato para un libro?
Posted by Maite Ramos Ortiz, Elucubrando on Sunday, September 30, 2018
Soy consciente de que hay toda una cultura snob alrededor del libro en papel. Aun así, me sorprende que el porciento de los que lo prefieran sea tan alto. Quizás es que todavía hay una resistencia a aceptar el formato electrónico. He sido testigo de comentarios cuya premisa es que leer en otro formato que no sea el papel es no leer.
Esto me regresa al tema de la novela. Las novelas cortas que forman una serie y que se venden en formato electrónico son muy populares. Quienes las leen no solo están leyendo de verdad, sino que mantienen viva a la novela. Es decir, la novela no ha muerto y es poco probable que lo haga en un futuro cercano y, de paso, se puede leer en cualquier formato.
No me extrañaría que la novela siga transformándose para asegurar su existencia y espero que en el futuro esta lucha entre leer en papel o en formato electrónico desaparezca.