Me criaron para creer todas las teorías conspiratorias posibles. Sin embargo, hace unos años dejé de creer en todas. No creo eso de que el gobierno nos quiera matar o de que haya una organización o religión dispuesta a dominar el mundo o tan siquiera que haya extraterrestres, contrario a lo que afirmé en alguna ocasión.
Cómo formular una teoría conspiratoria
Lo ideal en este punto es indicar cómo
identificar una teoría conspiratoria. Pero yo conozco a mi gente y nada de lo
que diga convencerá al conspiracionista de su error.
¡Y miren que es fácil identificar una teoría conspiratoria! Pongamos, por ejemplo, el caso del arroz plástico. Era tan obvio que me sorprendió toda la gente que cayó en la histeria. ¿Por qué se trataba de una teoría conspiratoria? El arroz culpable venía de la China, es decir, del Otro, sí, en mayúscula, ese que es exótico; ese que proviene de un lugar amenazante y peligroso.
Al arroz se le añadiría pedazos de
plástico del tamaño de un grano de arroz (olvidemos por un momento que en Puerto
Rico se vende en tres tamaños). La pregunta obligada que parece que nadie se
hizo fue: ¿Para qué? ¿Qué ganaría la China, concepto comercial abstracto,
adulterando el arroz?
¿La respuesta? Nada. Su producción es
de por sí tan económica que el gasto de crear granos de plástico no compensa. Sería
más de lo que ganarían.
Así que es más fácil explicar cómo formular
una teoría conspiratoria. Lo que se necesita es juntar dos elementos
aparentemente contradictorios y mucha imaginación y quienes crecimos en el
mundo conspiracionista o los que han caído en sus garras desarrollamos una
imaginación saludable.
Por ejemplo, aumentan los nacimientos
de mellizos donde no hace tanto se fumigó. Eso es que el gobierno junto a
Monsanto (porque siempre es Monsanto, aunque la compañía no exista) o Big
Pharma echaron un líquido para controlar la población. Nada de insecticida,
sino contraceptivo. Que no parezca haber funcionado es solo un detalle.
Para ser responsable, debo aclarar que
hay casos en los que los gobiernos permiten situaciones que ponen en riesgo la
salud de la población, pero ni siquiera se toman la molestia de disimularlo. La
venta de influencia y el intercambio de dinero corrupto ocurre a la vista del
pueblo.
Razones por las que no creo
- Ninguna organización de tres gatos puede controlar el mundo. Podría intentarlo, pero no lo va a lograr. Ponerse de acuerdo solamente es un problema.
- A los gobiernos no les conviene matar a la gente, convertirlos en zombis o controlar la población. Los intentos de penalizar el aborto deberían servir de prueba. Además, para zombificar a la población no hace falta ningún líquido mágico. Solo es necesario un líder que sepa lo que decir.
- A las compañías farmacéuticas no les conviene la gente enferma, así que, con excepciones como la crisis de los opioides en EE. UU., que no es ninguna teoría conspiratoria, sino un acto llevado a cabo abiertamente, nada se gana con “enfermar” a la población. A las personas no les gusta admitir que se enfermaron.
- Muchos promotores de teorías conspiratorias ganan mucho dinero con sus teorías. Sí, naturópatas y gurús de la alimentación, ustedes están primero en mi lista.
- No existe una cura para el cáncer porque no existe un solo tipo de cáncer. Además, hay cánceres que se curan. Los médicos no mantienen a la gente enferma para ganar mucho dinero, no les hace falta. Si hubiera una cura, los ricos y famosos no sufrirían de cáncer y ya ven que lo padecen como el resto de nosotros y mueren en la misma proporción.
- No hay gobierno secreto. El que un imbécil como Trump haya llegado a la presidencia de EE. UU., o el que los peores candidatos ganen elecciones y destruyan sus países debería ser prueba suficiente de que hay gobierno paralelo.
- Por último, los extraterrestres no existen. Sorry por romper tantas ilusiones, pero no. Puede que haya vida en otros planetas, pero hasta acá no han llegado, por lo que nadie los oculta ni nos tratan de controlar.
Tengo una ñapa: El
ser humano sí llegó a la luna varias veces y la prueba está allí mismo.
Segunda ñapa: El
planeta Tierra es redondo.
Tercera ñapa: Las
vacunas salvan vidas.
Nada, que no creo
en teorías conspiratorias porque son inventos de gente con mucha imaginación
que logra seguidores, aún no me explico cómo, y eso que me criaron para
creerlas todas.
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