Cuando aprendí a tejer, la instructora, una señora sureña muy mayor, nos dijo que había dos clases de tejedores: quienes tejen de vista y quienes tejen por patrón. Picos y valles me demostró que pertenezco al segundo grupo.
Tipo de tejedores
El primer grupo, quienes tejen de vista, solo precisan ver el proyecto de ganchillo terminado, deducen cuáles puntos se usaron y reproducen la obra.
El segundo grupo, quienes tejemos por patrón, seguimos instrucciones escritas. Una vez aprendemos los puntos básicos, leemos lo escrito y creamos el proyecto, usando fotos o imágenes como referencia.
Si bien el primer grupo es sumamente admirado por su capacidad de reproducir un proyecto, el segundo grupo tiene la ventaja de que puede usar puntos más complejos.
Cómo descubrí que pertenezco al segundo grupo
En realidad no descubrí nada. Después de tomar la clase, años ha, lo sabía. Leer patrones me ha permitido convertirme en tejedora bilingüe ya que sigo instrucciones en español y en inglés.
Sin embargo, lo confirmé con Picos y valles.

Materiales necesarios para el proyecto
El centro oncológico al que asisto es muy frío, así que decidí tejer una manta. Escogí el diseño Picos y valles (Peaks and Valleys, en el original inglés) porque me pareció bonito.
Comencé el tejido con algo de dificultad porque hacía años que no tejía nada y el patrón es a nivel intermedio. Lo cierto es que me había limitado a patrones fáciles o para principiantes. Una vez descifré el punto “Puff”, el que lo hace intermedio, tejer se hizo tan fácil que lo hacía hasta sin mirar.
En la sala de espera siempre hay más tejedoras. Nunca hay hombres, con lo relajante que es tejer. El asunto es que una se me acerca. Resulta ser del primer tipo, teje de vista. Vio lo que tenía hecho y su comentario fue “Ese punto es muy difícil”.
Lo que para mí es monótono para otra tejedora es difícil.
Hablamos de nuestras experiencias con el ganchillo y confirmé que pertenezco al grupo de tejedores de patrón. Dame las instrucciones y tejo en punto de croché lo que sea.
Entre picos y valles
Mientras tanto continúo tejiendo la manta. El patrón original indicaba que el hilo debía ser blanco; yo escogí un frambuesa claro (o para hacerlo más tropical, guayaba). Me gusta cómo está quedando.
Falta bastante porque, aunque consista en repeticiones ad nauseam del punto “Puff”, la manta es larga y eso es lo que me interesa más del proyecto.
De todos modos, estoy disfrutando tejer. Ya quiero terminar para mostrar la manta en sociedad.